Las torres antiaéreas, Flaktürme en alemán, fueron grandes bloques de casas-búnker con artillería antiaérea usadas por la Luftwaffe para prevenir que los aviones enemigos sobrevolasen áreas clave de ciertas ciudades durante la Segunda Guerra Mundial. También sirvieron como hospitales, búnkeres y refugios antiaéreos para miles de personas así como para coordinar la defensa aérea albergando puestos de radio. Con unas paredes de hasta 3.5 metros de grosor, se consideraba que estas torres eran invulnerables a los típicos ataques de los bombarderos aliados, aunque posiblemente no habrían resistido las gigantescas bombas terremoto británicas que sí penetraron cemento reforzado de mayor grosor. Por lo general los aviones procuraban evitar las torres antiaéreas.
El Memorial a los judíos asesinados de Europa (Denkmal für die ermordeten Juden Europas), también conocido como el Monumento al Holocausto, es un memorial berlinés a la víctimas judías del Holocausto. Diseñado por el arquitecto Peter Eisenman y los ingenieros del Buro Happold. El memorial consiste en un área de 19.000 m² cubiertos con 2.711 estelas de cemento formando un patrón de rejilla ondulada.
Cada estela tiene un tamaño de 2.38 x 0.95 metros. Según el texto del proyecto, el suelo y las losetas están diseñadas para producir una atmósfera confusa, mientras que la escultura completa trata de representar un supuesto sistema ordenado que ha perdido la unión con la razón humana. Bajo la superficie está el «Punto de información» en cuyas entrañas se encuentran los nombres de todas las víctimas judías conocidas del Holocausto, cuyos nombres fueron obtenidos del museo israelí Yad Vashem. El complejo total costó unos 25 millones de euros.
La iglesia Franziskaner-Klosterkirche (iglesia franciscana en alemán) data del año 1250 y está ubicada en el centro de Berlín muy cerca de la famosa Alexander Platz y del ayuntamiento.