Bandurria es un sitio arqueológico monumental situado al sur de la localidad peruana de Huacho, provincia de Huara. Con una antigüedad cercana a los 5.000 años, correspondiendo, cronológicamente, al período conocido como Arcaico Tardío o Precerámico Tardío que abarca aproximadamente desde los años 4.000 a 2.000 antes de Cristo.
La zona arqueológica ocupa un área de 54 hectáreas y viene siendo estudiada por un equipo liderado por el arqueólogo Alejandro Chu, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Antes de la inundación del año 1973, la zona de Playa Chica en donde se encuentra el sitio arqueológico era una extensa pampa desértica que era conocida como Pampas de las Bandurrias. El nombre hace referencia al ave Bandurria (Theristicus caudatus) que es un ibis grande y pesado de varios colores.
El sitio arqueológico de Bandurria fue descubierto en 1973 por Domingo Torero cuando el sitio fue destruido parcialmente por aguas de la irrigación Santa Rosa. Fue la persona que avisó a las autoridades en el momento de la inundación, y rescató material arqueológico dañado. Posteriormente, el sitio fue investigado por la Dra. Rosa Fung, en los años 1973 y 1977. Estas investigaciones permitieron fechar Bandurria como un sitio correspondiente al periodo Arcaico Tardío, entre 4,500 a 4,300 años atrás. A partir de sus trabajos se pudo definir Bandurria como una aldea temprana de pescadores del litoral que presentaba las primeras evidencias de una arquitectura ceremonial de piedra, haciendo referencia a una pequeña estructura de piedra ubicada en el extremo suroeste del sitio. Hasta ese momento se conocían desde hacía décadas los sitios arqueológicos del periodo Arcaico Tardío para la costa norcentral, sin embargo, muchos de ellos por su extensión, complejidad arquitectónica, y monumentalidad habían sido ubicados cronológicamente en una época posterior: el periodo Formativo (2º milenio antes de Cristo).
En 1994 se iniciaron las excavaciones en Caral a cargo de la Doctora Ruth Shady; esta investigación permitió fechar y definir que estos sitios monumentales correspondían al periodo Arcaico Tardío, representando los orígenes de la civilización en los Andes, así como la civilización más antigua del continente Americano. Estos trabajos han revolucionado el concepto que se tenía respecto al surgimiento de la civilización en el Perú y América, y han permitido identificar al Arcaico Tardío como un periodo clave para el estudio del pasado del Perú.
En agosto de 2005 se reiniciaron los trabajos de investigación, tras más de 30 años de su descubrimiento. Excavaciones a cargo del Proyecto Arqueológico Bandurria descubrieron un sector de arquitectura monumental construido con cantos rodados y argamasa. Estos recientes trabajos han cambiado el concepto previo que se tenia del sitio arqueológico, de una aldea, ya que la evidencia de arquitectura monumental lo convierte en un centro urbano que probablemente estuvo articulado al resto de sitios monumentales de la costa norcentral y reflejaría el surgimiento prístino del urbanismo y la civilización en la zona. El sitio se encuentra dividido en dos sectores claramente diferenciados:
El área doméstica —Sector I— fue la primera área identificada del sitio arqueológico y su investigación fue lo que definió el carácter aldeano de Bandurria. Corresponde a una densa ocupación doméstica de hasta 5 metros de profundidad que contiene estructuras residenciales y restos de alimentos y actividades diarias que se han acumulado a través del tiempo. La irrigación Santa Rosa destruyó 2/3 partes de esta zona.
A simple vista, el área monumental de Bandurria —Sector II— aparentaba una conformación natural compuesta de colinas pedregosas de poca altura. Sin embargo, una revisión minuciosa de la superficie y entorno de estas mismas elevaciones hicieron ver su carácter y conformación artificial, donde destacan al menos 4 montículos mayores, a los cuales se le asocian a su vez otros montículos de menor tamaño.
Los montículos principales presentan un relieve bastante pronunciado, con alturas promedio de 10 a 15 metros. Los lados de varios de estos montículos son bastante regulares, denotando la presencia de estructuras subyacentes. La pendiente de varios de estos montículos presentan, en la mayoría de los casos, una gradiente regular y constante, alternándose en algunos casos con rupturas a manera de terrazas y plataformas proyectadas. Por ello, es probable que varios lados de estos montículos presenten los frontis escalonados, y que estas proyecciones constituyan plataformas adosadas a los montículos. Adicionalmente a los montículos senalados, existen diversos afloramientos de cenizales y conchales ubicados en los espacios planos y abiertos que se encuentran alrededor de ellos, asociados con pequenos alineamientos de piedras que deben corresponder a muros también aflorantes, lo cual indicaría la conexión de áreas de vivienda (quizás residencias de élite), con las pirámides y demás edificios del área monumental.
Lamentablemente Bandurria ha sido objeto de una destrucción sistemática que se inició con la inundación de la irrigación en 1973. Desde que se visitó en 2002 por primera vez el sitio arqueológico se observó que se encontraba invadido y en un proceso de destrucción por pobladores, quienes han ocupado el lado sur del sitio con viviendas precarias y corrales. Estos pobladores se encuentran dedicados a la extracción del junco, la totora y el carrizo, a pesar de que el sitio está catalogado como Patrimonio Cultural de la Nación: Zona Arqueológica Monumental de Bandurria.
Información obtenida de la Wikipedia [español].
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