Porque la República Checa también se merece otra bandera, con sus estereotipos y su todo:
La todopoderosa cerveza.
Los malditos knedliky.
Los cutres zapatos que casi todos llevan en el trabajo.
Tranquila familia, estamos bien.
Nos han cambiado la tarjeta de transporte por un carné de capitán de zodiac por unos días y nos han recomendado a los españoles echar la basura al río para que le llegue a Alemania.
En los bares de la ribera y «biergartens» en lugar de ponerte una cinta en la muñeca al pagar la entrada, te dan un flotador y con 5 cervezas una pala.
Ahora en el paseo por la ribera en lugar de echar carreras de bicis y de personas echamos carreras de natación, pero como ha bajado el nivel del río un poco en los últimos dos días, te encuentras a abuelas de esas que no se quieren mojar el pelo y no puedes nadar a gusto. Además han sustituído los talleres de bicis que había en los almacenes, como Bajkazyl, por talleres de barcas.
También han cerrado la discoteca más grande de la República Checa y de Europa Central, la Karlovy LáznÄ›, pero dicen que ha sido por una pelea entre lucios y patos, dos bandas locales muy peligrosas.
Ahora en los barcos de pedales te cobran el doble porque dicen que como puedes ir a más sitios pues te sale más rentable, así que tienen que sacar tajada.
Están pensando en renombrar el festival de bienvenida al verano, que se celebra en las islas del río, el United Islands, por United Waters, o algo así, y habrá que ir en barcos de pedales o nadando, aunque no veo yo cómo van a mantener los escenarios.
No hay mal que por bien no venga: el restaurante de tapas español en la isla de los niños, La Terrassa, ha decidido empezar a ofrecer más tapas de pescado, dada la abundancia con la que se han encontrado en sus despensas.
También dicen que nos van a bajar el precio del agua, ya que a las torres de distribución de agua de la ciudad ahora les llega sin esfuerzo.
Lo malo es que, como digo, lleva dos días bajando el nivel de agua, sin llover, y alguno ya le ha cogido el gusto al velero.
En fin, os añado un par de fotos del tema.
Un abrazo.
Hace ya más de un mes que hablé de las peores cosas de la República Checa, y ha llegado el turno de hablar de sus bondades, aunque me ha costado sacar las cinco, ya que cuatro estaban muy claras, pero me faltaba la quinta, de la que no estoy del todo convencido.
En fin, una vez más es mi opinión personal, aunque sé que varios puntos los comparten otros muchos expatriados (o inmigrantes, como le gusta decir a un amigo mío).
Que las disfruten.
Como buen español que se precie no puedo dejar de criticar cosas, y ya puestos a criticar, vamos a criticar a mi país de acogida.
Eso sí, que nadie piense que soy un desagradecido: si vivo aquí es porque me compensa y lo bueno supera lo malo, pero no por ello voy a dejar de criticar lo que veo que está mal.
De hecho, ya estoy tardando en hacer una lista igual pero de las mejores 5 ó 10 cosas de la República Checa: próximamente en su blog amigo.
Este verano hablando de Irán con un amigo iraní que vive en Praga, y de cómo le estaba plantando cara a los Estados Unidos, éste me recomendó un documental cuyo nombre luego no pude recordar, aunque acabó enviándomelo en un mensaje. Yo defendía la postura de Irán contra el imperialismo estadounidense. Él, iraní de pasaporte, medio inglés medio estadounidense (mucha de su familia vive en los Estados Unidos) me criticaba la gran fachada de su país, sin llegar a entrar en el conflicto internacional actual.
En sus comentarios me pareció ver bastante afección por el sah, que según él declaró algo como: «si esto es lo que mi pueblo quiere, ellos creen que van a tener mejor vida con otro sistema, o debe ocurrir un milenio religioso, lo acepto tristemente y me voy porque amo a mi pueblo». También me comentaba cómo los radicales llegaron al poder, moviendo a las masas con mentiras sobre cómo mejorarían la vida de las personas en todos los aspectos (especialmente en el aspecto energético, ya que parece ser que la electricidad escaseaba).
Al final lo que ha tenido el pueblo iraní es un dictador tras otro, pero lo importante es que la gente se ha movilizado y aún con grandes dificultades está contando lo que pasa. El documental Cartas desde Irán merece la pena, aunque sólo hace referencia a hechos actuales.
¡Eh, tú! Joven español de «clase media», mira a tu alrededor. Mira a tus padres, familiares y amigos de la llamada «clase media» de antaño, esos que hoy se gastan de 50 años para arriba. Míralos bien, estúdialos. Y ahora compara.
Compara... Compara lo que han conseguido en su vida. Han sido capaces de tener varios coches, el primero, quizá, cuando contaban con unos 25 años. Se independizaron y casaron también alrededor de los veintipocos años. Han sido capaces de pagar su casa que hoy tienen en propiedad, algunos hasta se cambiaron de casa varias veces. La mayoría tienen hijos y han sido capaces de darles una educación medianamente buena, muchas veces enviándoles a otras ciudades a estudiar, al extranjero, a clases particulares de inglés, de refuerzo de matemáticas, lengua, latín... Al mismo tiempo no han renunciado del todo a esas vacaciones, tanto individuales como con toda la familia en Peñíscola, Benicassim, Benidorm, hasta el extranjero... Y ahora, aunque mermada, a muchos les queda una buena pensión además de unos ahorros.
Un comentario en el caralibro me lleva a ver el documental de la petarda de Mercedes Milá Diario de, en el que se justificaban las cargas policiales en las manifestaciones y concentraciones. Antes de ver el vídeo del programa completo comenté en contra de la petarda de Mercedes Milá y de las cargas policiales, y el autor del comentario me encomendó a ver el vídeo antes de hablar. Bien por él, razón tenía.
Tras ver el vídeo no pude más que comentar lo siguiente (con pequeñas modificaciones):
Todos sabemos que el número de seguidores de una página del caralibro no es un indicador de nada, aunque me alegra que los dos tipejos estos, en primera línea de la política, se vean superados por Anguita.
En otro orden de cosas, me parece curiosa la foto de cabecera de cada uno de ellos:
Comisiones Obreras de Castilla y León ha editado una guía prácitca para buscar trabajo en el extranjero —muy enfocada a Europa— pero al parecer no quiere que la gente encuentre información sobre la República Checa...
No os molestéis; mejor, más para nosotros :D
Ví la imagen en un periódico en inglés según volvía de Kenia. No pude dejar de esbozar una sonrisa, a la vez que me invadió un sentimiento de agradecimiento.