En todos los años que llevo como traductor, desde 2004, es la primera vez que alguien me manda un correo así:
«¡Miles de gracias por ayudar a traducir ese excelente programa llamado Rhythmbox, el cual utilizo a diario para reproducir mi música, escuchar mis podcasts, y sincronizar con /last.fm/ gracias a sus maravillosos plugins!»
He recibido algún que otro correo agradeciendo las traducciones pero siempre eran para sugerir correcciones o incluso criticar el uso de algunos términos, pero nunca un sencillo agradecimiento.
Gracias a ti Mariano Melgar, por alegrarme el día.
Hace poco di una pequeña charla en el Máster en Software Libre de la URJC, y tuve la oportunidad de contar todo lo que rodea a las traducciones de software y en especial de GNOME.
Allí discutí con KaL acerca de muchos de los temas que iban surgiendo en la charla, pero me quedé especialmente con uno: los aceleradores de teclado.
Los aleceradores de teclado son esas palabras subrayadas que aparecen en los menús, y que junto con una tecla modificadora o activadora —generalmente Alt—, permiten que nos desplacemos por los menús de forma rápida y usando exclusivamente el teclado.

KaL me recordó que según el HIG de GNOME, las acciones más comunes de los menús no deben tener un acelerador duplicado y éste debe ser fácil de recordar.
Yo ya sabía que había bastantes (demasiados) duplicados, pero hasta que no me he puesto a la tarea no me he dado cuenta tal cantidad. El caso es que para un programador es muy sencillo cambiar los aceleradores a su gusto, para un traductor no: primero tiene que traducir y luego ver si los aceleradores se pisan unos a otros.
Así que el producto de este fin de semana ha sido un paquete de primeros arreglos sobre algunas de las aplicaciones más usadas. Algunos espero que estén prácticamente limpios (nautilus, rhythmbox, totem, gnome-terminal, eog, evince) mientras que sé que en otros me queda mucho por hacer (evolution). Los cambios ya están en el GIT de GNOME tanto para GNOME 2.26 como para GNOME 2.28, mientras tanto, los que usen ubuntu pueden sustituir sus paquetes de idioma por los que proporciono aquí, siendo de especial interés el que haya eliminado algunas cuantas erratas que había.
Para sustituir los paquetes, simplemente se debe descomprimir el paquete, y copiar los archivos .mo a /usr/share/locale-langpack/es/LC_MESSAGES/.
Y por fin salió GNOME 2.24. Aunque me adelanté dos días con las notas de lanzamiento —pensé que salía el lunes— pero ahí está.
No obstante tengo que confesar que, como usuario, me siento decepcionado con esta versión; no trae prácticamente nada nuevo, salvo las solapas para Nautilus. Sí, mejoras en la deskbar y en Ekiga, pero seamos sinceros, ¿quién los usa? La deskbar me parece una apuesta de un grupo de gente que no acaba de calar. El otro día preguntando en mi círculo de amigos linuxeros ni uno sabía qué era la deskbar, evidentemente tampoco la habían usado. Respecto a Ekiga, he intentado usarlo 4 veces, tres con netmeeting y otra con otro Ekiga, en casa funcionó, con Mario funcionó, y punto-pelota. La última vez que lo intenté usar con netmeeting fallaba, por cualquier razón, pero fallaba. Ekiga perdió hace mucho tiempo la batalla contra Skype.
Eso sin contar con que hasta el último momento no se decidió si GNOME 2.24 llevaría el nuevo GDM o no, y no es que esté verde, sino en pañales, a mi juicio, no tienen más que ver el hilo en las listas de GNOME.
Sin contar que se han estado modificando las cadenas de traducción de las aplicaciones hasta el mismo día del lanzamiento, bueno, de la documentación, de las aplicaciones sólo hasta unos días antes, un detalle muy feo por parte de algunos desarrolladores, que aunque está permitido hace que la tarea de los traductores no sólo sea ardua, sino infinita porque todos los días teníamos que mirar varias veces las páginas de traducciones y subir actualizaciones. A pesar de que se ha pedido varias veces que se de un tiempo a los traductores para revisar y traducir la documentación, parece no importar en exceso.
Y por otra parte me estoy empezando a cansar de algunos desarrolladores que no proporcionan contexto para las traducciones, incluso después de abrirles un bug en bugzilla, y que toman decisiones completamente arbitrarias. Los traductores siempre parecemos el último mono de la cadena, cuando mucha gente no usaría los programas si no estuviesen traducidos.
Sinceramente espero que GNOME 2.24 sea una transición para que en 2.26 veamos cosas interesantes y mejores en el plano del usuario, y quién sabe, una fecha o lanzamiento concreto para una ruptura más grande como GNOME 3.0.