Tranquila familia, estamos bien.
Nos han cambiado la tarjeta de transporte por un carné de capitán de zodiac por unos días y nos han recomendado a los españoles echar la basura al río para que le llegue a Alemania.
En los bares de la ribera y «biergartens» en lugar de ponerte una cinta en la muñeca al pagar la entrada, te dan un flotador y con 5 cervezas una pala.
Ahora en el paseo por la ribera en lugar de echar carreras de bicis y de personas echamos carreras de natación, pero como ha bajado el nivel del río un poco en los últimos dos días, te encuentras a abuelas de esas que no se quieren mojar el pelo y no puedes nadar a gusto. Además han sustituído los talleres de bicis que había en los almacenes, como Bajkazyl, por talleres de barcas.
También han cerrado la discoteca más grande de la República Checa y de Europa Central, la Karlovy LáznÄ›, pero dicen que ha sido por una pelea entre lucios y patos, dos bandas locales muy peligrosas.
Ahora en los barcos de pedales te cobran el doble porque dicen que como puedes ir a más sitios pues te sale más rentable, así que tienen que sacar tajada.
Están pensando en renombrar el festival de bienvenida al verano, que se celebra en las islas del río, el United Islands, por United Waters, o algo así, y habrá que ir en barcos de pedales o nadando, aunque no veo yo cómo van a mantener los escenarios.
No hay mal que por bien no venga: el restaurante de tapas español en la isla de los niños, La Terrassa, ha decidido empezar a ofrecer más tapas de pescado, dada la abundancia con la que se han encontrado en sus despensas.
También dicen que nos van a bajar el precio del agua, ya que a las torres de distribución de agua de la ciudad ahora les llega sin esfuerzo.
Lo malo es que, como digo, lleva dos días bajando el nivel de agua, sin llover, y alguno ya le ha cogido el gusto al velero.
En fin, os añado un par de fotos del tema.
Un abrazo.
Buenos días, queridos seres humanos. Esta tarde tendría que habermela pasado estudiando para mi examen del día 12, pero no ha sido posible. Hacia las 17:30 ha comenzado a llover en Ávila, y hacia las 18:00 ya nos hemos dado cuenta que iba a ser la riada de cada año, solo que ésta vez iba a inundar. Los vecinos de la zona norte de la ciudad nos hemos visto inundados por todo el agua que recogen nuestras calles, agua que viene de la zona este y recorre las calles curiosamente encauzada hasta el río Adaja.
Los colectores no han dado para más, ni las tuberías tampoco, así que en nuestra zona los garajes se han inundado. Comprenderan sus mercedes que no haya tomado fotos del evento mientras sucedía, ya que la calle parecía un improvisado concurso de camisetas mojadas amateur y yo estaba ocupado en mis labores, de tal manera que las fotos que expongo son de más tarde, una vez sofocada la tormenta.
A eso de las 18:30 mi padre decide abrir el sumidero del garaje al grito:
¡Tenemos problemas!