Me dijeron que Zadar tenía la puesta de sol más bonita del mundo, me pregunto cuántos sitios dirán lo mismo de sus puestas de sol.
Como decía anteriormente, Eslovenia y Croacia se merecen una visita. La nuestra fue breve, al menos en Eslovenia, pero en Croacia estuvimos unos días más y pudimos admirar algo mejor el país.
Eslovenia: Liubliana
Nos recomendaron mucho y bien la ciudad, quizá fue por eso y por el mal tiempo que me decepcionó un poco, pero aún así está bien. Los precios son inferiores a centroeuropa (y España) por lo que uno gasta sin mirar tanto el bolsillo. La comida es buena y la gente parece maja, o al menos es mi impresión sesgada de un solo día. Lo que sí merece la pena destacar son los maravillosos paisajes que vimos en la autopista (aún por finalizar) Zagreb-Liubliana, impecable por cierto, salvo en un tramo de unos pocos kilómetros en los que no está acabada.
La comida es una mezcla de la comida típica eslava mezclada con frutti di mare y vestigios culinarios del Imperio Austrohúngaro, ni que decir tiene que viniendo de Alemania, país caracteriazado por falta de pescado y productos pesqueros en general, lo primero que hicimos fue pedir algo con sabor a mar: unos mejillones.