Conocí las becas ICEX cuando fui a Hungría el año pasado. La mayoría de españoles que conocí estaban becados con una ICEX o una beca de comercio de alguna comunidad autónoma (EXCAL, etc.), y desde entonces supe que tenía que buscar más información.
Si bien en aquel momento prácticamente había empezado a trabajar, el proceso de selección del año pasado estaba ya bastante avanzado, así que no me quedaba otra que esperar. Después intenté acceder a otras becas también del ICEX, pero mi titulación no era suficiente para ellas, así que si quería volver a vivir en el extranjero con una beca de este tipo tenía que esperar al año siguiente.
Al poco de salir las becas me avisó un amigo y también mi compañero de piso, al final casi se me pasa inscribirme este año, pero gracias a que no fue así acabé pagando los derechos de examen (50 euros) y, con ello, me fui preparando el examen.
La mayoría de la documentación que encontré la obtuve del wiki de diplomáticos 2007, a los que agradezco muchísimo toda la información que tienen disponible. Así que con las preguntas de otros años y una documentación de términos que elaboramos un amigo y yo, me fui estudiando conceptos informáticos que no conocía, además de manuales de Exchange, Active Directory, Office y demás. Fue un coñazo pero era por una buena causa.
Casi todos los días después del trabajo le daba un poco al estudio (quién lo diría, alguien que juró no volver a estudiar al acabar la carrera) y buscaba preguntas y respuestas en mi entorno de conocidos y contactos, ya que AD tiene mucha chicha.
Y así llegó el día del examen, en el que nos presentamos más de 600 candidatos, y del que yo estaba seguro que iba a salir escaldado. Supuse que habría administradores de sistemas, gente de FP que seguro que había trabajado mucho más con sistemas que yo, informáticos en general (yo soy «teleco»), etc. Pero los test se me dan bien (es lo que tiene hacer tantos exámenes tipo test en la EUP) y a estas alturas ya sé dónde puedo arriesgar y dónde no, además muchas de las respuestas eran de sentido común, otras muy difíciles y otras triviales.
Durante la espera para la nota siempre pensé que estaría muy abajo en la clasificación y que tendría que hacer un buen examen de inglés y una buena entrevista (si es que llegaba a ambos exámenes) para poder optar a algún destino. Pero la nota salió y me quedé perplejo cuando vi que estaba el 6º en las listas. La posición me acercaba un montón al sueño de trabajar en Europa y más aún, a poder elegir un destino «chulo» como Praga, Budapest, Varsovia o Berlín, mis favoritos.
Y ese fue el primer escalón de la beca, el examen de informática.