La puerta de Tannhauser

Hace ya más de un mes que hablé de las peores cosas de la República Checa, y ha llegado el turno de hablar de sus bondades, aunque me ha costado sacar las cinco, ya que cuatro estaban muy claras, pero me faltaba la quinta, de la que no estoy del todo convencido.

En fin, una vez más es mi opinión personal, aunque sé que varios puntos los comparten otros muchos expatriados (o inmigrantes, como le gusta decir a un amigo mío).

Que las disfruten.

1. La vida es asequible: esto es, los salarios son acordes con los precios. Si bien es cierto que quizá los extranjeros cobramos más, de media, que los checos (solemos tener puestos técnicos muy valorados), te das cuenta de que la vida en general es asequible. Una cena con bebida 10 euros. Comida en las cantinas sobre los 5 euros (muchas empresas dan casi 4 euros en tiques de comida), el alquiler de un piso (se puede vivir solo en una casa de 40m2 sin mucho problema), el transporte publico (un año 187 euros, 21,70 un mes), etc.
2. La cerveza: cumple las tres «Bes», esto es «Buena», «Bonita» y «Barata». Además de las cervezas de botella, que no están nada mal, hay muchos «pivobar» (brauerei en Alemania) que tienen su propia cerveza, muchas veces sin filtrar, y que está buenísima. Aquí no existen las «cañas», aquí se toman cervezas de medio litro y que por lo general  valen entre 1 euro (con suerte) hasta los, digamos, 2.20€ la más cara, siendo lo normal 1.5 euros.
3. El transporte: Praga es especialmente buena en el transporte público, es bueno, barato y rápido, pero en general el transporte está bastante bien. Hay transporte público a muchos sitios, y habría que destacar la flota de autobuses de Student Agency que además de barata tiene asientos confortables, con pantallas para ver películas y series, jugar con algún amigo o compañero (como en los aviones de largo recorrido) y hasta enchufes para recargar y usar aparatos electrónicos.
4. Estar en el centro de Europa: lo que hace que en unas tres horas puedas estar en: Austria, Alemania, Polonia, Eslovaquia o Hungría sin grandes dificultades. Maravilloso para los que les gusta viajar, así como para los que les gusta el esquí, ya que no muy lejos están las pistas checas (al parecer no especialmente buenas) y las austríacas.
5. La belleza de sus mujeres: para muchos las eslavas son las más guapas de entre todas las mujeres: sus pómulos altos, sus bustos abundantes, su altura, sus piernas de escándalo... tienen una buena genética, y las checas son eslavas. Eso sí, entre los checos hay muchos que hablan maravillas de las eslovacas, prefiriéndolas a las checas, y otros dicen que el ecuador de belleza está en Ucriania. Pero eso ya es otro cantar.

Pensándolo detenidamente, estar en el centro de Europa está muy bien, pero realmente a mi, que me encantan las piedras, casi me gustaría sustituirla por «la belleza de sus edificios». Quizá sea algo más de Praga que del resto de la República Checa, o quizá se podría decir que Praga es una de las mejores cosas del país, porque es maravilloso caminar embelesado por las preciosas fachadas de esta ciudad mágica.