Este fin de semana he tenido una visita de un amigo al que conocí en Dinamarca durante mi Erasmus. Hemos visto bastante de Praga juntos, y luego él se ha hecho sus tours que yo ya tengo trillados.
El caso es que el domingo por la mañana fuimos juntos a la colina de Petrin, para subir a la torre de Petrin (la mal llamada torre Eiffel de Praga) y de paso a la casa de los espejos.
El caso es que según estabamos en la cola para pagar, me comenta mi amigo:
¡Andá! También podemos cenar aquí por 75 coronas, ¡qué barato!
Lo que por un segundo pasó desapercibido y al siguiente hizo saltar mis alarmas. ¿Cenar en la casa de los espejos?
Y es que ponía «Cena/Price 75 Kč».
Donde «cena» es precio.
Nota: la imagen de arriba está en polaco, no checo, y no tiene nada que ver con la casa de los espejos.
Lavka es un club pegado al Puente de Carlos que tiene una terraza fenomenal, desde donde se pueden tomar unas fotos preciosas. Eso sí, como en el resto de restaurantes y bares en Praga, el servicio es lamentable.